La educación rural en Argentina enfrenta múltiples obstáculos, desde la falta de infraestructura adecuada hasta la escasez de material didáctico, recursos tecnológicos y capacitación docente. Muchas escuelas rurales se encuentran en zonas alejadas, lo que dificulta el acceso y contribuye a la deserción escolar. La situación económica de las familias rurales también impacta el acceso a la educación, ya que muchos niños deben colaborar en las tareas del campo o en actividades económicas familiares. En ocasiones, algunos chicos encuentran en la escuela el único plato de comida del día.

Las partidas para alimentos pueden llegar con retraso o simplemente no ser suficientes. Los docentes no solo se dedican a enseñar, sino que también aumentan sus esfuerzos para mitigar estas carencias, que pueden devenir en problemas más serios como la malnutrición, que afecta la capacidad para estudiar y crecer.

Esta Campaña Especial de Emergencia Alimentaria nació en 2020, en respuesta a la crisis provocada por la Covid-19. Sin embargo, la situación actual nos impulsa a continuar con esta iniciativa para cumplir con los crecientes pedidos de ayuda.

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